El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó la posibilidad de repartir un dividendo mínimo de 2.000 dólares por persona, utilizando fondos recaudados por el gobierno a través de aranceles, en un anuncio realizado el domingo en su plataforma Truth Social, tras los recientes reveses electorales del Partido Republicano en Virginia y Nueva Jersey.

La propuesta excluiría a personas de altos ingresos, aunque aún no se han definido los límites de elegibilidad ni si incluiría a menores de edad. El plan surge en medio de crecientes preocupaciones por el costo de vida y meses después de que Trump sugiriera, en agosto, devolver parte de lo recaudado por aranceles a la ciudadanía.

Consultado sobre la viabilidad de la iniciativa, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó que no existe un mecanismo formal para transferir de manera directa los fondos a la población, y abrió la posibilidad de que el beneficio se implemente mediante recortes de impuestos en lugar de cheques directos. Un funcionario de la Casa Blanca aseguró que el gobierno está comprometido a beneficiar a la sociedad, sin detallar la modalidad de ejecución.

Limitaciones financieras

El financiamiento del dividendo enfrenta cuestionamientos significativos. En el último año, los aranceles sumaron 195.000 millones de dólares, cifra insuficiente frente a los 600.000 millones necesarios para cubrir 2.000 dólares por toda la población, incluidas niñas y niños, según el Budget Lab de la Universidad de Yale.

Incluso restringiendo el pago a adultos que ganan menos de 100.000 dólares anuales, el gasto ascendería a aproximadamente 300.000 millones, todavía por encima de los ingresos efectivamente recaudados.

Trump comparó la iniciativa con los pagos directos de estímulo durante la pandemia de Covid-19, y aseguró que el “dinero sobrante” contribuiría a reducir la deuda nacional, que actualmente se aproxima a 40 billones de dólares.

Obstáculos legales

El plan también enfrenta un reto jurídico, ya que la mayor parte de los ingresos por aranceles proviene de medidas adoptadas bajo poderes de emergencia nacional, cuyo alcance ha sido cuestionado por la Corte Suprema de Estados Unidos. En caso de que el tribunal anule los aranceles, el Estado tendría que reembolsar a las empresas importadoras, lo que eliminaría la fuente de financiamiento del dividendo.

Debate económico

El impacto económico de la propuesta genera preocupación. El Budget Lab de Yale estima que la política arancelaria vigente aumentará cerca de 1.800 dólares al gasto familiar promedio en 2025. Además, analistas recuerdan que los estímulos fiscales aplicados durante la pandemia incrementaron la inflación alrededor de 2,6 puntos porcentuales, según datos de la Reserva Federal de San Luis.

La iniciativa de Trump se perfila como un movimiento político y económico de alto riesgo, con desafíos legales, financieros y macroeconómicos que podrían limitar su implementación efectiva.