El Gran Premio de Miami de Fórmula 1 dejó al descubierto tensiones internas en Ferrari tras un polémico intercambio de posiciones entre Charles Leclerc y Lewis Hamilton.

El británico, con mejor ritmo inicial, pidió vía radio que Leclerc le cediera la posición para atacar a Kimi Antonelli. La estrategia generó frustración en ambos pilotos, quienes criticaron las decisiones del equipo.

Hamilton expresó su malestar con comentarios sarcásticos hacia su ingeniero, llegando a decir: “Tómate un té”, y cuestionó si debía dejar pasar también a Leclerc cuando se le ordenó devolver la posición. Además, recordó que ya lo había hecho en China y que esto “no es trabajo en equipo”.

Por su parte, Leclerc lamentó la pérdida de tiempo entre compañeros y la falta de comunicación estratégica: “¿Cuál es el objetivo? ¿Pelear entre nosotros o contra los demás?”. Añadió que la falta de coordinación impidió que pudiera alcanzar a Antonelli, a quien terminó siguiendo a un segundo y medio. “Es una auténtica pena”, expresó.

Fred Vasseur, jefe de Ferrari, defendió las decisiones tomadas y afirmó que se basaron en evaluar si los pilotos que pedían el cambio realmente tenían mejor ritmo. “Hicimos el trabajo”, concluyó. Finalmente, Hamilton trató de bajar el tono: “Podría haber dicho cosas mucho peores… estamos bajo mucha presión”.

Leclerc terminó séptimo y Hamilton octavo, ambos por detrás de Alex Albon, de Williams. Ferrari buscará redimirse el 18 de mayo en el Gran Premio de Imola.