Johnny Depp reflexionó sobre la felicidad y el significado de sus posesiones durante una entrevista reciente, destacando su isla privada en las Bahamas como su verdadero refugio.

Conocida como Little Hall’s Pond Cay, esta propiedad representa mucho más que un lujo: es un escape de las presiones del estrellato, especialmente tras el juicio con Amber Heard.

Para el actor, la isla es sinónimo de paz y libertad, lejos del bullicio de Hollywood. “El dinero no compra la felicidad, pero sí un yate lo suficientemente grande como para navegar hasta ella”, expresó.

El protagonista de “Piratas del Caribe” rememoró su trayectoria de más de cuatro décadas en el cine, marcada por papeles inolvidables junto a Tim Burton y éxitos como el Capitán Jack Sparrow.

Aunque su fortuna le permitió adquirir propiedades como esta isla en 2004, Depp subrayó que su verdadero valor radica en el aislamiento que le brinda y en la posibilidad de reconectarse consigo mismo. Más allá de la fama y el dinero, para Depp la verdadera riqueza está en la tranquilidad que encuentra lejos del ojo público.