El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a adelantar la Navidad en todo el país y anunció que la celebración se iniciará este 1 de octubre. Según el mandatario busca “impulsar la economía y la felicidad” de los venezolanos en medio de la crisis.

“Es septiembre y ya huele a Navidad”, declaró Maduro en conferencia de prensa, donde aseguró que la festividad permitirá promover “alegría, comercio, cultura, gaitas, hallacas y villancicos”. No es la primera vez que lo hace; desde hace más de una década ha adelantado la Navidad en distintas coyunturas políticas y sociales.

De acuerdo con el diario La Tercera, esta práctica se ha convertido en una fórmula recurrente de Maduro para enfrentar momentos de crisis. El presidente suele aprovechar la fecha para repartir bonos, bolsas de comida y otras ayudas sociales, buscando mantener un clima de festejo en medio de la tensión.

El anuncio se produce justo cuando las relaciones entre Venezuela y Washington atraviesan un momento delicado. Maduro denunció la presencia de un despliegue militar estadounidense en el mar Caribe como una “amenaza de invasión”, aunque desde la Casa Blanca aseguran que se trata de operativos contra el narcotráfico. En este contexto, el adelanto navideño vuelve a aparecer como recurso político.

La estrategia de adelantar la Navidad no es nueva en el chavismo. En 2013, poco después de la muerte de Hugo Chávez, se instauró para “levantar el ánimo” de la población; en 2020 se aplicó de nuevo en medio de la pandemia; y en 2022 coincidió con la polémica reelección de Maduro. Sin embargo, la medida ha generado críticas constantes. La Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal Venezolana, advirtió en 2019 que esta festividad no debería usarse con fines propagandísticos ni políticos.