El cambio de contexto geopolítico y el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca parecen estar catalizando un acercamiento entre dos países históricamente enfrentados: Argentina y Reino Unido. Cuarenta años después de la guerra por las islas Malvinas, ambas naciones han reanudado el diálogo en temas de Defensa.

Desde principios de 2024, el gobierno de Javier Milei sostiene conversaciones con autoridades británicas para restablecer vínculos bilaterales interrumpidos por décadas. El Ministerio de Defensa del Reino Unido confirmó encuentros oficiales a nivel de estado mayor en enero de 2025, y recalcó que el compromiso con las islas Malvinas/Falklands no ha cambiado, subrayando que su estatus debe ser definido por los isleños.

En paralelo, Milei ha profundizado su alineamiento con Occidente, priorizando relaciones con Estados Unidos, y mostrando su afinidad ideológica con Trump. La afinidad entre ambos líderes se refleja en el discurso del presidente argentino en Davos, donde defendió valores occidentales y rechazó el socialismo.

Este giro estratégico de Milei también se manifestó en su decisión de no ingresar a los BRICS y en su pedido de ingreso a la OTAN como socio global. Su distancia con China y su crítica al comunismo fortalecen el acercamiento con potencias occidentales, incluso con Reino Unido, a pesar del pasado bélico y la sensibilidad nacional en torno a las Malvinas.

Mientras Argentina busca una nueva posición internacional, Trump refuerza alianzas para contrarrestar la influencia de China, favoreciendo incluso vínculos antes impensados, como el que hoy empieza a reconfigurarse entre Buenos Aires y Londres.