Nico Williams vuelve a estar en el centro del mercado de fichajes. Aunque se fue de vacaciones con una propuesta clara de renovación sobre la mesa, el jugador aún no ha definido su futuro, mientras el Bayern Múnich y el Barcelona se perfilan como posibles destinos. El club bilbaíno teme que el extremo no siga el ejemplo de su hermano Iñaki, quien en 2019 firmó un contrato hasta 2028 con una elevada cláusula de rescisión de 135 millones de euros.

Actualmente, Nico tiene contrato hasta 2027 y una cláusula de salida de 58 millones, lo que lo convierte en una tentación para grandes clubes. A pesar de haber rechazado propuestas anteriores, el jugador no ha cerrado completamente la puerta a una transferencia. El Athletic desea blindarlo con una mejora salarial significativa y una cláusula más alta, pero aún no se ha concretado el nuevo acuerdo.

Desde la dirigencia rojiblanca se insiste en que el delantero defina su postura cuanto antes: si quiere marcharse, que lo haga sin dilaciones; si decide quedarse, que se comprometa plenamente con el proyecto, tal como hizo tras la Eurocopa pasada. El club espera una respuesta clara una vez que el jugador retome los entrenamientos tras el torneo continental.