El intercambio comercial entre Bolivia y Perú arrojó un déficit de $us 192 millones entre enero y mayo de 2025, según un boletín del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este periodo, Bolivia exportó 134 productos al país vecino, generando $us 216 millones, principalmente por la venta de torta de soya, aceite refinado de soya, desechos de hierro y harina de soya.

También se realizaron exportaciones menores de minerales de plata, azúcar refinada, maní, alcohol etílico y aceite de girasol. Sin embargo, el flujo comercial fue ampliamente superado por las importaciones peruanas, que ascendieron a $us 349,6 millones, compuestas por 1.178 productos.

Entre los principales productos importados desde Perú destacan el diésel, por el que se pagaron $us 144,8 millones, seguido de barras de hierro o acero sin alear, gasolinas, productos de limpieza y plásticos industriales. El informe del IBCE advierte una tendencia creciente hacia la dependencia de insumos energéticos e industriales peruanos.

La balanza comercial con Perú solo fue superavitaria en 2022, con $us 103 millones. No obstante, en 2024 se alcanzó el mayor déficit de la última década, con $us -408 millones, y la tendencia se mantiene este año. En general, el comercio con el vecino país ha sido históricamente deficitario para Bolivia.

En medio de este contexto, la relación bilateral se tensó aún más luego de que la presidenta peruana Dina Boluarte calificara a Bolivia como un “país fallido”, lo que generó un inmediato rechazo por parte de la Cancillería boliviana. El vicecanciller Elmer Catarina convocó a la encargada de negocios en Perú para presentar un informe, mientras que el presidente Luis Arce aseguró que las declaraciones de Boluarte no representan el sentir del pueblo peruano.