Autorizada por los médicos y apoyada por su equipo, la jugadora del Fluminense no se rinde en el momento clave de la temporada

La imagen de Priscila Heldes en la cancha, disputando un partido de voleibol profesional con cinco meses de embarazo, ha dado la vuelta al mundo. La capitana del Fluminense, una de las figuras más reconocidas del voleibol femenino brasileño, decidió no dar un paso al costado justo en el tramo más decisivo de la temporada.

Lejos de apartarse por su estado, Heldes sigue liderando a su equipo con pasión y compromiso, generando una ola de admiración y respeto. “Me piden no caer de barriga”, confesó entre risas la jugadora, haciendo referencia a las recomendaciones médicas que ha seguido al pie de la letra.

Su presencia en el campo ha sido aprobada por profesionales de la salud, quienes han supervisado su evolución y condición física para garantizar su seguridad y la de su bebé. Priscila no está sola: cuenta con el respaldo total del club y el aliento de sus compañeras y aficionados, quienes ven en ella un símbolo de fortaleza y amor por el deporte.

La historia de Priscila no solo ha conmovido a los fanáticos del voleibol, sino que también ha inspirado a miles de mujeres en todo el mundo. En un entorno donde muchas veces se espera que las deportistas se detengan ante la maternidad, ella ha demostrado que, con precaución y apoyo médico, es posible seguir adelante.