El senador republicano Lindsey Graham presentó una propuesta presupuestaria que contempla una inversión de 66.000 millones de dólares para reforzar la frontera sur de Estados Unidos.

Aunque no ha sido registrada oficialmente como proyecto de ley, el plan incluye la reanudación de la construcción del muro con México, la expansión del ICE y el uso de tecnología avanzada para el control migratorio.

Entre los principales puntos, se destinan 46.500 millones a nuevas barreras físicas y vigilancia, 45.000 millones al aumento de capacidad de detención del ICE, y 6.000 millones a sistemas tecnológicos como sensores inteligentes y escáneres no intrusivos. Además, se prevé la contratación de más agentes fronterizos y compensaciones económicas a estados fronterizos.

La propuesta ha generado división dentro del Partido Republicano. El senador Rand Paul presentó una alternativa de menor presupuesto y criticó el alto gasto.

En paralelo, asesores de Donald Trump, incluido Stephen Miller, respaldaron el plan como parte de una estrategia legislativa más amplia rumbo al 2026.

Actualmente, el plan sigue como borrador interno y deberá superar múltiples etapas legislativas para su aprobación.