Soldado ucraniano revela la dura realidad de los prisioneros de guerra
Un marine ucraniano relató en una entrevista las difíciles condiciones que vivió durante su cautiverio bajo custodia rusa. Capturado en combates en el sur de Ucrania, fue trasladado a varios centros de detención donde enfrentó severas privaciones.
El soldado explicó que estuvo confinado en espacios reducidos, sin acceso regular a agua potable ni higiene básica, compartiendo el lugar con decenas de prisioneros.
Durante los interrogatorios, sufrieron amenazas constantes, privación del sueño, v1ol3nci4 física y humillaciones destinadas a quebrantar la moral y obtener información. Además, fueron obligados a escuchar propaganda prorrusa y a firmar documentos en ruso bajo presión.
Las raciones de comida eran insuficientes y las malas condiciones sanitarias provocaron enfermedades entre los detenidos. Los guardias empleaban golpes con palos, porras y descargas eléctricas para intimidar, especialmente cuando sospechaban que los prisioneros ocultaban información. También los mantenían largos períodos de rodillas, con los ojos vendados y las manos atadas, causando lesiones y problemas circulatorios.
El ambiente estaba marcado por vigilancia constante, tensión psicológica y amenazas hacia sus familias. Durante semanas, no tuvieron acceso a asistencia legal ni a representantes humanitarios, y la comunicación entre prisioneros se restringía al mínimo para evitar castigos.
Tras varios meses, el soldado fue liberado en un intercambio oficial de prisioneros entre Ucrania y Rusia, supervisado por observadores internacionales.
Al regresar, recibió atención médica y psicológica debido a las duras condiciones vividas. Además, contó que antes del traslado, los custodios les indicaron cómo comportarse frente a observadores y qué información podían compartir.
Este testimonio coincide con reportes de organismos internacionales que exigen acceso libre y supervisión en los centros de detención, denunciando violaciones a la Convención de Ginebra. Mientras Ucrania reporta cientos de soldados aún retenidos, Rusia rechaza las acusaciones y afirma cumplir con las leyes internacionales.
Los intercambios de prisioneros son una vía fundamental para preservar la vida de los soldados, aunque las denuncias de malos tratos aumentan la presión internacional y complican las negociaciones futuras. La comunidad global continúa buscando formas de garantizar la protección y derechos de los prisioneros en el contexto del conflicto.
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